Vanessa Gómez

Nuestro cuerpo habla por sí solo, cada vez que hacemos un gesto, comunicamos.  De manera inconsciente cuando estamos frente a un escenario o frente a una cámara y sentimos temor nos escudamos con nuestro cuerpo; empezamos a usarlo aparentemente a nuestro favor para disimular los nervios y lo que hacemos es causar una mala impresión.

Tu cuerpo dice si te interesa escuchar a otra persona o estar en un lugar, porque el lenguaje no verbal refleja nuestras emociones más genuinas, por eso los gestos que empleamos en público deben ser completamente sinceros, de lo contrario la reacción de tu audiencia podría ser como un día de playa con lluvia. 

Existen un sin número de gestos que te impiden tener un lenguaje corporal acertado y hoy te compartiré 3 de ellos para que los destierres de tu vida.

handsome hispanic man feeling sad, upset or angry and looking to the side with a negative attitude, frowning in disagreement

FRUNCIR EL CEÑO

Este es uno de los gestos más comunes, la mayoría de las personas tienen la mala costumbre de arrugar la frente todo el tiempo. La única razón por la que justifico este gesto es que un inclemente sol te impida ver claramente al cruzar una carretera, de lo contrario le estás construyendo un enorme muro a tu interlocutor, lo harás creer que estás furioso, que te sientes de mal humor o que no te interesa lo que él te está diciendo.  Al fruncir el ceño utilizas 11 músculos faciales, con un músculo más usarás el gesto más poderoso del ser humano; la sonrisa. 

CRUZARSE

Cruzar tus brazos, piernas o meter las manos en tus bolsillos  es sinónimo de inseguridad, miedo y timidez.  Cuando hablas en público, las personas no solo ven los gestos de tu cara sino también los de todo tu cuerpo, por eso mantén tus piernas un poco abiertas, tus brazos relajados, tus manos a la vista de todos, usa el resto de tu cuerpo para reforzar tu mensaje, para expresar emociones y no para perder el interés de tu audiencia. 

MECERSE

Hay quienes convierten sus discursos en una coreografía al mejor estilo de Michael Jackson, pero a este baile le llamo la ´mecedora´, te subes en el escenario y empiezas a moverte tanto que la audiencia pasa de prestar atención a lo que dices a mirar cómo te mueves, no solo distraes al público sino que pierdes una oportunidad valiosa de comunicar tus ideas, de expresarte y hacer una excelente presentación. Para moverse en el escenario no existen reglas, la emoción del discurso te marcará la pauta, pero te aconsejo que  des dos pasos a la derecha, te quedas en el centro y en un corto tiempo dos pasos a izquierda, debes hacerlo de forma consciente pero no tan repetitiva. 

Recuerda que un mal uso de tu lenguaje corporal te puede jugar una mala pasada y que por el contrario si lo usas a tu favor te sumará muchos puntos. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *